De la mano de una mochila y una tienda de acampar, los nuevos viajeros están recorriendo el mundo con una visión distinta, entablando relaciones directas con los locales, aprendiendo sus costumbres y forma de vida y cuidando el medio ambiente del país que los hospeda. En esta nota nos proponemos saber algo más acerca del turismo ecológico y responsable que nos hace bien a todos
El turismo en una industria que ha ido creciendo a grandes pasos con el correr del tiempo generando grandes impactos ambientales, sociales y políticos. Hay diferentes formas de practicar el turismo: una se orienta casi exclusivamente a la comodidad y satisfacción del turista, la otra en cambio tiene como fin que el turista conozca realmente el destino que ha ido a visitar, interiorizándose de los problemas de esa región, cuidando el medio ambiente y entablando relaciones con las personas de origen.
Cuando contratamos un servicio turístico nos encontramos con fotografías de ensueño, playas soleadas, bonitos atardeceres, gente sonriente, calles limpias y un mundo sin problemas, aguardando nuestra inminente llegada. ¿Pero, qué hay detrás de las paredes de los grandes centros vacacionales? ¿Cómo vive realmente la gente de esa ciudad? ¿A quién se destina el dinero de la venta de artesanías? ¿Y la basura que generamos durante nuestra estadía? ¿Pueden todos los lugareños disfrutar de las paradisíacas playas? Estas son algunas de las preguntas que se hacen los nuevos viajeros y que intentan responder, recorriendo el mundo de forma responsable.
Diferencias entre Ecoturismo y Turismo Responsable
El Ecoturismo y el Turismo Responsable forman parte de una nueva tendencia que se intenta instaurar y promover en muchas zonas del globo que son perjudicadas en cierta forma por el turismo masivo. Ambas parten de una misma premisa, pero tienen una diferencia sustancial. La definición de la Sociedad Internacional de Ecoturismo entiende esta práctica como un viaje responsable a áreas naturales que apoya la conservación del medio ambiente y mejora el bienestar de las comunidades locales. Está enfocado a aquellos destinos que los turistas eligen para estar en contacto con la naturaleza.
El Ecoturismo se puede ubicar dentro del Turismo Responsable, pero este último abarca todos los destinos turísticos, disminuyendo el impacto negativo y aumentando los beneficios de las localidades. Hace que el viajero sepa qué es lo que está consumiendo, a quién favorece con su consumo y a quién perjudica. Que conozca la situación política del lugar donde se encuentra y que se interese por las diferencias económicas de los residentes, eligiendo dónde va su dinero y también respetando su cultura.
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La mayoría de las personas esperan de su viaje diversión, descanso, estar en contacto con la naturaleza, conocer exóticos destinos y famosas construcciones, pero muchas veces parece que estos maravillosos lugares fueran sitios de paso, como postales sin historia, sin pasado y sin futuro, sin gente, especialmente diseñados para una buena fotografía. Así se genera el turismo consumista y negativo, los paquetes de viaje que nos llevan de una ciudad a otra mostrándonos sólo monumentos y tiendas de souvenirs.
Practicar Turismo Responsable no es tan difícil como parece, sólo hay que tener mente de explorador, estar preparado para ver más allá de las puertas de un hotel, saber que nuestra estadía puede hacer una diferencia y que podemos ayudar a que el lugar que visitamos tenga un futuro mejor.
10 tips para convertirte en un viajero responsable• En esta guía sabrás cómo llegar a ser un viajero irresponsable desde que eliges tu destino hasta que vuelves a casa:
• Si vas a contratar un tour, asegúrate de recorrer la mayor cantidad de lugares en el menor tiempo. No importa si no conoces realmente cada sitio, seguro que obtendrás una enorme variedad de fotografías para mostrar a tus amigos.
• Intenta que la empresa que organiza el tour lleve refrigerio embasado para no tener que detenerse en el camino a almorzar en una posada de pueblo.
• Una vez en tu destino, fíjate cuál es el local de comidas rápidas más cercano a tu hospedaje, preferentemente los de cadenas multinacionales. De esta manera evitarás consumir platos típicos del lugar y podrás generar gran cantidad de desperdicios.
• En las excursiones a ambientes naturales, olvídate de llevar bolsas o recipientes para guardar la basura y, de ser posible, lleva refrigerios en embases no biodegradables… la sabia naturaleza sabrá descomponer lo que dejes, aunque tenga que hacerlo en millones de años.
• Que tú arrojes desperdicios en mares, ríos, lagunas o aguas limpias no hace la diferencia. Tampoco que mates un solo ejemplar de una especie en extinción.
• Compra artesanías únicamente en tiendas de departamentos o locales para turistas: no queremos que los artesanos locales ganen más de lo poco a lo que están acostumbrados.
• Recuerda que tú has ido a pasar un buen rato: no dejes que los problemas económicos y sociales del lugar arruinen tu estadía.
• Cuando vacaciones en alguna ciudad, mantente siempre cerca del centro y de la zona turística, así evitarás ver cómo es realmente la gente de ese lugar, sus costumbres y su cultura, e intenta relacionarte únicamente con extranjeros.
• Si el país que visitas tiene costumbres muy diferentes a las tuyas, no intentes entenderlas o respetarlas. No te olvides que tú eres el turista y son ellos los que deben respetar tu cultura y no al revés.